Autoría: Sarah Glenn Marsh.
Ilustración: Filippo Vanzo.
Editorial: ALBERT WHITMAN & CO.
Tapa dura: 32 páginas.
Nivel de lectura orientativo: a partir de 5 años.
Durante el curso pasado, cuando Curiosa_2 estaba en 1º de primaria, justo antes de decretarse el estado de alarma su clase iba a empezar con el proyecto «PLANTAS«. A su profesora, Ana, que recordamos con mucho cariño (¡te mandamos un abrazo muy fuerte desde aquí! ¡Y recuerda que la lluvia limpia los cristales! 😉 ), le encantaba que las familias acudiesen a clase de vez en cuando para compartir experiencias o conocimientos sobre el tema que se estuviese dando en clase. A ella le dedicamos este post.
Como en casa intentamos darle una vuelta coeducativa a los materiales con los que trabaja nuestra pequeña gente, tenía pensado ir a clase de Curiosa_2 con algunos materiales, entre ellos este libro que os enseño hoy, que cuenta la historia de Maria Sibylla Merian, naturalista, exploradora, ilustradora científica y pintora alemana (Frankfurt, 1647 – Ámsterdam, 1717), considerada como precursora de la Entomología.
Cuando era pequeña, a Maria Sibylla le fascinaban los insectos. Pero en su época, mediados del siglo XVII, la gente creía que estas criaturas nacían directamente de charcos de lodo («generación espontánea»), y que se trataba de seres malignos (por tanto, cualquiera que estuviera interesado en ellos seguramente también lo era). Pero ella era muy curiosa, así que comenzó estudiando gusanos de seda, porque eran una de las criaturas más fáciles de encontrar. Los recogía sin que nadie la descubriera, los escondía en su cesta de recados, y al llegar a casa los dibujaba y pintaba tal y como eran, en movimiento.
Tomaba muchas notas y aprendía muchísimo, pero todavía no sabía qué les gustaba comer, así que empezó a observar el entorno donde los encontraba para ver cómo actuaban en su hábitat natural, y descubrió su comida favorita: las hojas de morera. ¡Este fue su primer experimento científico! Mediante sus observaciones, Maria descubrió también la metamorfosis, y empezó a incluir en sus ilustraciones las plantas y flores favoritas de cada insecto que estudiaba.
Maria quería compartir con la gente del pueblo todo lo que había aprendido, pero en aquella época, siendo mujer y pequeña, sentía que nadie la creería. Cuando fue adulta, se mudó a otra ciudad junto con su marido y empezó a enseñar a otras niñas a observar, dibujar y pintar como ella, y compartió la misma curiosidad con sus hijas.
Publicó varios libros completos con su arte y se atrevió a viajar muy lejos de su hogar, a Surinam, en el que fue uno de los primeros viajes científicos. Allí descubrió muchas especies nuevas: mariposas, serpientes, arañas, iguanas… cuidadosa y extraordinariamente ilustradas.
Gracias a su determinación y pasión a pesar de lo que otras personas pensaban, Maria traspasó los límites de lo que se esperaba que hicieran las niñas, y finalmente obtuvo el reconocimiento como una de las primeras entomólogas e ilustradoras científicas.
Para completar este material, cogimos también un librito de postales con 20 de las ilustraciones de Maria Sibylla. Son una preciosidad, una obra de arte.
Curiosa_2 quedó impactada de lo que pensaba la gente en aquella época, y fascinada con la historia de esta científica. Para nosotras está clarísimo que lo que no conocemos, nos puede dar miedo. Por eso nos parece tan importante conocer para entender, y entender para proteger y cuidar.
Si finalmente te apetece tenerlo y no puedes conseguirlo de otro modo, te dejo este enlace de compra para el librito de postales, y este otro enlace para el libro sobre Maria Sibylla. Como te expliqué en esta entrada, a ti te costará lo mismo, y Madre Curiosa y Padre Curioso recibimos una pequeña comisión que nos ayuda a seguir descubriendo monadas como esta. ¡Muchas gracias!
Muchas, muchísimas gracias por dedicarme esta entrada! Me encanta esta Casa Curiosa y me ayuda tanto para enseñar a otros niños y niñas lo mucho que nos queda por aprender.
Este mismo y la historia de María se la voy a contar en nuestra clase de ciencias que justo estamos hablando de científicos y científicas. Así que millones de gracias Casa Curiosa!! Especialmente a curiosa número dos que le mando un súper abrazo.
Oooooh, qué ilusión, profe Ana!!! Nos acordamos muchísimo de ti!! Mil gracias por pasarte por nuestro humilde blog! Qué suerte tienen esas niñas y niños de tenerte de profe!! Un abrazo enorme!!